Tuesday, May 16, 2006

¿Hay razones para ser apasionadamente cristiano?

Supongamos que aceptamos que hay razones para ser creyente (en el cristianismo, por ejemplo). Por ejemplo, una persona puede creer en un Dios diseñador de las leyes del universo o en el responsable de la creación del mismo a partir de la nada. Ese es el llamado dios de los filósofos. A mi entender son razones incorrectas, pero puedo entender que una persona crea por esas razones, y de hecho hay personas que afirman creer por esas razones.

Sin embargo, sigue siendo cierto que la creencia apasionada, fuerte, en un dios, no está justificada. Las razones que daba en el párrafo anterior justificarían un "tal vez" o "Dios es una buena hiótesis", pero no esa creencia apasionada, cierta, casi visceral que los creyentes tienen. Por tanto, si bien el contenido de la creencia podría ser racional (supongamoslo), la manera en la que la mayor parte de los cristianos creen en Dios es irracional. Lo pueden llamar fe, pero darle un nombre no hace esa creencia más racional.

Dado el poco grado de evidencia que hay sobre Dios en el mundo, morir por la religión es irracional, puesto que eso requeriría una enorme certidumbre acerca de la creencia. Pero ese alto grado de certidumbre no está justificado. Nadie daría su vida por el "Dios de los filósofos". No, la religión es otra cosa, y fundamentalmente es irracional.

Tan débil es la evidencia de Dios en el mundo que algunos teólogos hablan de "> "Divine Hiddenness" . Es decir, que no hay razones de peso, ni físicas ni filosóficas para una creencia univesal en Dios. Si las hubiera no habría ateos. Es por esta razón que la existencia de ateos es tan molesta para muchos creyentes, puesto que les recuerda lo poco sustentadas que están sus creencias. De ahí que a los ateos se les busquen segundas intenciones de su increencia ("odias a Dios", "estás enfadado con Dios", etc.), cuando en el fondo la increencia viene de lo absurdo de las creencias religiosas.

Este "ocultamiento" de Dios al mundo podría estar justificado, puesto que así Dios no fuerza a las personas a creer en el, sino que la creencia viene de una decisión personal. Esto es absurdo, porque si se reconoce que Dios está oculto, ¿cuales eran entonces las razones para creer en Dios?. Se está reconociendo implicitamente que la creencia en Dios no viene de los datos ni de la razón, sino "de otra cosa", de la fe. Lo cual es equivalente a decir que los creyentes creen en Dios, de una manera cierta, fuerte, incluso pasional, sin saber realmente por que. Dado el poco conocimiento que tenemos acerca del cerebro, y la sospecha de que la creencia en Dios podría estar causada por este (por razones evolutivas o sociales), sin mas justificación externa, es poco racional el darle mucho peso a esa fuerte inclinación a creer en Dios que algunos tienen.

(Aquí hay algunos enlaces sobre Neuroteología , Neuroteologia en Wikipedia , información variada sobre neuroteología , Entrevista a Matthew Alper )

Se podría decir que tampoco los ateos tienen razones fuertes para creer. Supongo que esto dependerá de cada uno. Pero si uno encuentra que todas las razones, dioses y motivos para creer a lo largo de la historia de la humanidad son mas bien absurdas, parece razonable creer que las creencias religiosas son absurdas. En el fondo, la pasión en la no creencia de algunos ateos, no deriva de la idea de Dios, sino de la irritación que produce la absurdidad de las creencias de los creyentes y de su influencia muchas veces nefasta en la sociedad. De no haber creyentes, las personas con inclinaciones ateas no manifestarían ninguna creencia fuerte contra la existencia de Dios. Simplemente se dedicarían a vivir su vida, tan tranquilos. En ese caso, los ateos serían personas para las que les basta una explicación material para el mundo. En suma, en la mayor parte de los casos, el ateismo no lo causa la idea de Dios, sino la existencia de los pertinaces creyentes que afirman que Dios existe. Los creyentes no pueden decir lo mismo. Su creencia no deriva del hecho de que existan ateos, sino que tienen razones independientes para creer.

Pero si en último término lo que ocurre es que algunas personas tienen tendencias (genéticas, culturales, sociales, ...) a creer en Dios, mientras que otras personas tienen el mismo tipo de tendencias que hacen que les baste el mundo natural, ¿entonces qué?. Pues si ese es el caso, que simplemente existen personas que tienden a creer y personas que no, lo razonable sería considerar la cuestión como bastante arbitraria, lo que en el fondo derivaría en no creer.

Me parece que eso es lo que ocurre. Hay personas que, por la razón que sea, intentan entender el mundo desde un punto de vista mental, y así piensan que el mundo "tiene sentido", ha sido "diseñado", que en el principio fue "el verbo", y detrás de todo ello hay una "persona" (Dios). Todos estos atributos son mentales y piensan que en último término, el mundo tienen una naturaleza mental y que detrás de todo esto hay una mente. Mientras que otras personas tienden a interpretar el mundo desde un punto de vista material, y así piensan en causas y consecuencias, en materia compuesta de materia actuando sobre la materia, en que el mundo material está causalmente cerrado, en que no hay explicaciones últimas ni sentido último. Pero si simplemente una persona es de un tipo u otro (por razones genéticas, por ejemplo) que en nada tienen que ver con si existe Dios o no, unas tenderán a creer y las otras no. Si esto es así, toda la cuestión carece de solidez y así debería ser reconocido por todos.

En algún sitio lei que los perros hay hechos que interpretan desde un punto de vista material (ej: la lluvia), mientras que hay otros que interpretan desde un punto de vista social (ej: el dueño les da un golpe u otro perro les gruñe). La consecuencia es que ambos tipos de hechos tienen consecuencias distintas en el comportamiento del perro. El perro no se enfada contra la lluvia, pero si contra otro perro que siente que le agrede. Pero a veces el perro puede equivocarse, y "enfadarse" contra un ruido que el cree que ha sido producido por otro animal, pero que ha sido producido por el viento. La razón de que los perros den interpretaciones sociales a algunos hechos se deriva de que los perros son mamíferos sociales (aunque incluso los animales no sociales interpretarán que ciertos hechos pueden haber sido intencionados por otros animales, puesto que todos los animales tienen a otros animales en su entorno). ¿No ocurrirá lo mismo con las personas?. ¿No será una consecuencia de ser una especie social, el que muchas personas tiender a ver una intención, algo mental, detrás de muchos hechos naturales?. Esto no es tan absurdo: los antiguos creían que los truenos y la lluvia eran causados por dioses. Pero estaban tan equivocados como el perro acerca del ruido. ¿No ocurrirá lo mismo en esa persistencia en ver a "alguien" detrás del origen o de las leyes del universo?.

A veces los creyentes afirman que el ateo no cree porque le falta algo (llamese sentido espiritual, fe o gracia de Dios) que le impide "ver". ¿Pero no será que los creyentes ven donde no hay?. A mi me parece que los creyentes son mas bien como la persona enamorada, que cree que el objeto de su amor es el colmo de la perfección. Cualquier observador externo se da cuenta de que el enamorado no es demasiado objetivo. El creyente no debe de ser muy diferente, la pasión de la creencia no deriva de evidencias o argumentos, sino de algo irracional bien enterrado en su cerebro, que poco o nada tiene que ver con la existencia de Dios.

Hari Seldon.

pd, Decia William James en Las Variedades de la Experiencia Religiosa que no se debería juzgar una creencia por su origen sino porque de manera independiente, podamos afirmar que es cierta o falsa. Es decir, el hecho de que una creencia provenga de un sueño (como la estructura del Benceno o algunas ideas matemáticas) no hace automaticamente que sean falsas. Así, siguiendo a James, no podríamos decir que el hecho de que un módulo del cerebro origine la creencia en Dios hace que esta sea más falsa. Según James, lo que hace que la idea sea aceptable o no es que en la práctica sea cierta, en un sentido empírico. Y como en cierto sentido, Dios es observable a través de las experiencias religiosas, la idea de Dios puede ser considerada cierta.

Bueno, esto puede estar muy bien cuando se discute del tema en niveles filosóficos muy abstracto poco conectados con los miles de detalles que tiene la realidad. En la práctica, si se descubriera que la creencia en Dios está causada por un modulo cerebral (por llamarlo de alguna manera), que tiene perfecto sentido evolutivo, y que no está conectado de ninguna manera con la existencia de Dios propiamente dicha. Si ese fuera el caso, está bastante claro que la creencia de la gente en Dios disminuiría (sólo algunos filósofos conseguirían ignorar la realidad gracias a sus redes de argumentos). De igual manera, aunque hoy en día se acepta que el Heliocentrismo y la Teoría de la Evolución son compatibles con el catolicismo (otros fundamentalistas piensan distinto), esas ideas no hacen que aumente la creencia en Dios. Al contrario, la disminuyen.

En suma, si el origen de la creencia de Dios no es muy distinto a la creencia en algo producido por una ilusión óptica, ¿porqué habríamos de pensar que la creencia tiene algún valor?. La pregunta es, si no tuvieramos esa ilusión, ¿tendríamos algún motivo para creer en Dios?. Como ateo y libre de esa ilusión, puedo afirmar rotundamente que no!

Por cierto, que en el libro mencionado, William James es bastante razonable en la mayor parte del libro. Este filósofo es un pragmatista y defiende la religión basándose en que las experiencias religiosas pueden ser consideradas una prueba de lo divino. De hecho, rechaza buena parte de la teología porque dice que no tiene consecuencias en el comportamiento de nadie. Esto es verdad, si el creyente está dispuesto a morir por sus creencias, no es porque crea en un Dios que diseñó el universo y es omni-potente, ominisciente y demás jerizonga filosófica, sino porque le influye de manera poderosa en su manera de ver el mundo, de darle energía, de ser más optimista, etc. Nadie da su vida por el dios de los filósofos, pero si por el dios de la experienia.

Pero el mismo se da cuenta de que utilizar el empirismo en este caso no le lleva muy lejos. Por ejemplo, si un científico dice que un electrón explica fenómenos relacionados con la electricidad, jamás le asigna al electrón mas propiedades que aquellas que son necesarias y en principio observables. Sin embargo, del dios de la experiencia (experiencias religiosas, optimismo, contento, etc.), no se puede pasar al dios que ha creado el universo. Ni tampoco, y esto es lo que preocupa a James, al Dios que resucita y proporciona una vida mas allá de la muerte ...

Es una pena, un libro excelente para terminar en que James también necesita ir mas allá de la muerte. Decepcionante ... (incluso aunque esto lo cuente en el apéndice).

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