Tuesday, January 31, 2006

El Big-Bang

Es irritante ver como los cristianos utilizan la teoría cosmológica del Big-Bang para defender sus ideas de creación de la nada. Esta nota es para señalar esos errores.

En primer lugar, está claro que los escritores del Génesis no tenían en mente un universo como el que conocemos, que durante mucho tiempo y en la mayor parte de su espacio, ha estado vacío y sin vida. Mas bien tenían en la cabeza un universo como el de Dante, con sus infiernos y sus esferas celestiales, y la Tierra como un lugar en el que se libra una batalla entre el bien y el mal. De hecho, en su imaginación, Dios estaba literalmente "ahí arriba", pero de esto ya hablaré en otro mensaje sobre la ascensión de Jesús.

Según los cristianos, la teoría del Big-Bang afirma que el universo tuvo un principio en el tiempo y que el universo "vino de la nada" y que alguien tuvo que crearlo. Pero esto no es así.

El universo tiene una edad finita, pero no ha tenido un comienzo en el tiempo, puesto que el tiempo mismo comienza en el Big-Bang. Asimismo, el universo no ha venido de la nada, puesto que la teoría no requiere que antes del Big-Bang hubiera "la nada", ni mucho menos un lugar o un tiempo del que venir. Preguntar por el antes del Big-Bang es como preguntar por el norte del polo norte. No tiene sentido. El Big-Bang es una expansión del espacio y de la materia que hay en él, y no una explosión de materia en un espacio y tiempo pre-existentes. Antes del Big-Bang no había nada, ni siquiera un antes. Es posible que esto no nos resulte comprensible, pero nos guste o no, la teoría no va más lejos.

Para entenderlo mejor, supongamos que invertimos el tiempo y que el Big-Bang cae en dirección al futuro (así lo podríamos llamar el Big-Crunch). Veríamos cómo el espacio se va haciendo más y más pequeño. Toda la materia se va colapsando hasta que se convierte en un punto, la llamada singularidad, de volumen cero y densidad infinita. Y a partir de ahí ya no hay nada, ni espacio, ni tiempo, ni futuro. No es que esa singularidad continue existiendo durante toda la eternidad sin cambios, sino que el tiempo y el espacio se acaban ahí. No hay un después del Big-Crunch, y de la misma manera no hubo un antes del Big-Bang.

El Big-Crunch no requiere que haya un efecto posterior, e igualmente el Big-Bang no requiere que haya una causa previa. Es así de simple. Vamos a comparar con una situación que si que requiere una causa. Supongamos que aparece de repente un coche. Sabemos que en este universo, la existencia de los coches requiere causas. Y puesto que antes de que existiera el coche había un espacio y un tiempo en el que no existía, estaríamos justificados en buscar una causa en ese espacio y tiempo anteriores. Si no la encontramos, diríamos que el coche había sido creado de la nada y nos resultaría muy extraño. Pero el Big-Bang no es así. Antes del Big-Bang no hay un espacio ni un tiempo, y por lo tanto no tiene lógica preguntar por la causa, puesto que esta no pudo existir. La aparición del coche y la "aparición" del universo son cuestiones distintas y no podemos trasladar nuestras intuiciones acerca de la causalidad de las cosas que conocemos, a la causalidad en el Big-Bang.

Pero creo que ni siquiera hay que llevar las cosas hasta ahí. Estamos suponiendo que la famosa singularidad es un objeto que existió, cuando en el fondo lo más seguro es que estemos intentando utilizar la teoría de la Relatividad más allá de sus límites. En el fondo, decir singularidad no es muy distinto a decir 1/0. O sea, algo que matemáticamente no tiene sentido. Todas las teorías tienen su ámbito de aplicación, pero también unos límites. Por ejemplo, la teoría de la gravedad de Newton es útil para entender cómo los planetas giran alrededor del Sol, pero no para entender el funcionamiento de las estrellas (si no fuera por la mecánica cuántica, algunas estrellas simplemente colapsarían sobre sí mismas). Así que es posible que la singularidad simplemente nos esté diciendo que la teoría no es aplicable en el origen del universo.

De hecho, muchos físicos sospechan que cuando el universo tenía 10^-43 segundos y medía 10^-33 cm (distancia de Planck), los efectos de la gravedad cuántica debían de ser notorios y no se puede entender al universo en esas escalas meramente con las teoría que tenemos. Desgraciadamente, no existe ninguna teoría de la gravedad cuántica. Lo que sí sabemos es que a esas escalas, los físicos comienzan a hacerse preguntas sobre cuestiones que normalmente damos por sentado, como que "¿qué es la causalidad?" ¨"¿qué es el espacio?", "¿qué es el tiempo?", "¿son el espacio y el tiempo discretos o continuos?". Todos sabemos que la mecánica cuántica permite que ocurran hechos sin causa. Y si el espacio fuera discreto, ¿tendría sentido decir que el universo tuvo un tamaño cero alguna vez?. Y hablando de espacio y tiempo, Hawkings ha propuesto un tiempo imaginario donde el tiempo se convierte en espacio, evitando de alguna manera llegar a la singularidad. O, como sabemos, el espacio no está realmente vacío y es posible que el universo se materializara a partir de ese falso vacío. O puede que nuestro universo esté causado por un agujero negro en otro universo (Smolin). O puede que vivamos en un multiverso que está constantemente creando nuevos universos (Linde).

Evidentemente, todo esto son de momento sólo especulaciones, pero lo que quiero decir es que es muy posible que cerca del origen del universo posiblemente tengamos que replantearnos cuestiones que en el resto del universo damos por sentadas, como son las ideas de causa, espacio y tiempo. Si algún día existe alguna teoría de la gravedad cuántica, es posible que esa intuición que muchos tienen de que este universo ha tenido que ser causado se desvanezca (aunque seguramente aparecerán otras preguntas). Después de todo, esas intuiciones están basadas en nuestra experiencia en regiones de un universo que se comporta "normal". En esas regiones, la causalidad manda (excepto a niveles cuánticos). Pero nada nos autoriza a extender esas intuiciones a condiciones extremas como las del Big-Bang.

De momento, la historia que dice que hubo una singularidad, que no requiere una cáusa, y que después vino el Big-Bang, es consistente con todo lo que conocemos. La pregunta de qué causó el Big-Bang no está motivada por la propia teoría, sino por intuiciones que tenemos, pero que seguramente no estemos autorizados a hacer cerca del Big-Bang.

Hari Seldon

Monday, January 23, 2006

¿A qué dedican su vida los cristianos?

Según los cristianos, nada menos que un dios bajó del cielo para ser torturado y ejecutado, por amor a la humanidad (aunque no queda en el fondo muy claro qué obtuvo la humanidad de esto, en la práctica). De haber ocurrido, este es un hecho impresionante, aquel que lo crea de verdad, debería tener una vida muy distinta a la de los demás.

Si lees esto y te consideras cristiano, preguntaté. ¿Dedicas tu vida a ser mejor?. ¿El objetivo principal de tu vida es querer a los demás como a tí mismo?. ¿Estás dispuesto, por ejemplo, a que tu carrera profesional se resienta seriamente por ser mejor?.

Me refiero a si esto es la prioridad de tu vida, en lo que piensas cada mañana al despertarte. Lo digo porque la mayor parte de los cristianos que conozco, no parecen tener esto como su prioridad. Dedican su vida a mejorar en el trabajo, algunos a trepar, a comprarse una casa y un coche, a ahorrar, a tener hijos, y en general a vivir una vida burguesa normal y corriente. Tal vez con algún tinte de caridad, algunos, pero habiendo tanto sufrimiento como hay en el mundo, uno esperaría más de los cristianos.

¿Estás de verdad dispuesto a sacrificar tu vida por los demás, con todo lo que eso significa?. ¿Y si te resulta complicado, al menos lo intentas con sinceridad?.

Para que tú sigas viviendo una vida cómoda y normal, ¿para eso tuvo que bajar un dios del cielo a sufrir y morir?. ¿Para que vosotros, cardenales y papas, podais seguir jugando a vuestros juegos de poder, para eso tenía que bajar un dios del cielo?. ¿Para que vosotros, ricos, podais seguir haciendo dinero a costa de otros, para eso tuvo que morir vuestro dios?.

Hari Seldon

Thursday, January 19, 2006

José Luis Velasco, "Por Fin Madrid"

Puesto que no parece existir en toda la Web otro lugar donde se haga, quería que este espacio sirviera de recordatorio de José Luis Velasco y su programa de radio "Por Fin Madrid". Este programa, que se emitía en la programación local de Radio Madrid (Cadena Ser) los fines de semana de 12:00 a 14:00, era uno de mis favoritos y por muchas razones. Como los programas "defenestrados" de Radio 3 tienen sus seguidores y sus páginas Web (y cuentan con mi apoyo) y "Por Fin Madrid" no, pues aquí va este huequecito.

Era yo un aficionado a "La Rosa de los Vientos" en Onda Cero (otro programa actualmente exiliado a la madrugada). Descubrí "Por Fin Madrid" cuando, huyendo de Onda Cero tras ser comprada por la derecha, escuché en la programación local de Radio Madrid al "Mago de Voz", un señor que jugando con su voz contaba la actualidad de una manera muy divertida. Tras esto venían las dos horas de José Luis Velasco, un tipo de voz grave y maneras socarronas, pero con mucho calor humano. Gallego por elección, apolítico y escéptico. En este programa aparecían una serie de médicos, cuyos nombres vagamente recuerdo (López-Rodriguez, Escribano, Nuria ...) a excepción del "doctor Fallos", cuyo apelativo es inolvidable. Nunca pude averiguar si ese era realmente su apellido. Cada uno tenía su especialidad: psiquiatra, nutróloga, veterinario, oftalmólogo, ... Cada uno hablaba de su disciplina a veces, y de lo que le daba la gana, la mayor parte del tiempo (incluyendo astronomía antigua y arte egipcio). La verdad es que daba gusto escuchar a gente leida y con entusiasmo. Especialmente memorables son las jornadas dedicadas a hablar de las neuro-ciencias. No es que siempre estuviera de acuerdo con ellos y a veces metían la pata (como cuando dijeron, hablando del Prestige, que a esa profundidad "no flotaba nada" y que las cosas se hundían. A quien hundieron aquí fue al probre Arquímedes. Y eso que lo decía alguien con experiencia en buceo. Si, si, doctores, alguien se acuerda de esa monumental metedura de pata :) ). Todo ello mezclado con unas buenas dosis de música clásica y cultura, que era lo que a Velasco le apasionaba especialmente.

No he vuelto a oir un programa igual, donde la gente que sabe tiene tiempo, un tiempo largo y sin prisas, para hablar de lo que le apasiona. El programa fue sustituido por "Gran Via", un magazine más, dirigido por Toni Garrido. Toni Garrido es bueno, y las introducciones que hacía al programa los sábados a la hora de comer eran geniales. Pero el formato del programa es uno de tantos. En el fondo es un escaparate donde se venden espectáculos, libros, música, y promociones varias. Algunas veces los contenidos eran patéticos, como cuando salió la autora de "directora de una revista de mujeres", quien se quejaba de que no la tomaran tan en serio como a los periódicos serios. Pues claro. Toni Garrido comenzó con "El Profesor", un individuo un tanto tímido que no vocalizaba muy bien, pero que contaba cosas interesantes y "El Sueco", el cual es sueco :). Eran un trio original. Creo que la obsesión por la audiencia han hecho que el pobre profesor desaparezca. Quedan Ana Cadenas para quien una mujer sin un hombre es como un pez sin bicicleta (esta mujer transmite hielo por las ondas, pero ha acabado por caerme bien) y Toni Dynamic Tonitonitonitoni. Las nuevas adquisiciones (Javier Gallego y Celia Montalbán) son excelentes. Por cierto Toni, vaya carrerón, de la radio a Telemadrid y a Caiga Quien Caiga.

"Gran Via" es un buen programa, pero es uno más. José Luis Velasco, a quien prefería, fue exiliado al programa cultural de las madrugadas "En Clave de Ser", donde murió. Ya se quejaba él de "la patita" en "Por Fin Madrid". Bueno José Luis, algunos te recordamos, y no perdonamos a la SER que te relegaran a la madrugada para poner en su lugar algo más "modelno". A algunos nos gusta escuchar, de manera larga y sosegada, a la gente que tiene algo que decir, y no una mera sucesión rápida de "contenidos". Hasta siempre.

Hari Seldon

Tuesday, January 17, 2006

Fuertes y débiles

Quería comentar aquí sobre un tema que me resulta atractivo. A muy groso modo, el mundo puede dividirse en fuertes y débiles. Evidentemente, todos somos fuertes en algunos aspectos y débiles en otros, y esto va cambiando a lo largo de nuestra vida. Pero para cualquier aspecto en un momento determinado, todos sabemos si nos sentimos fuertes o débiles ante el. En este texto voy a utilizar las palabras fuerte y débil en un sentido muy genérico. Uno es fuerte si tiene algo de lo que otro carece. Por ejemplo, el ser capaces de cantar bien nos hace fuertes en ciertos contextos.

En el caso de una persona con una debilidad, que no es el resultado de su propia elección, el resto de la sociedad (los fuertes) normalmente sienten que deben ayudarla. Por ejemplo, todos nos compadecemos ante una persona paraplejica. De hecho, muchos sentimos una punzada de culpabilidad cuando vemos a gente dormir en la calle o a mendigos pidiendo en el metro. De la misma manera, los débiles sienten que deberían ser ayudados. Creo que esto es parte de la naturaleza humana. Por supuesto que hay personas que defienden que si has tenido mala suerte, si has nacido sin piernas, si eres ciego, etc., pues tienes que conformarte con ello, pero salvo personas sin la más mínima empatía, tienen que luchar contra algún sentimiento de injusticia que les roe por dentro. Como el egoismo es también parte de nuestra naturaleza, la mayor parte de nosotros no tenemos demasiadas dificultades en darnos más a nosotros mismos que a aquellos que han tenido menos suerte. Pero el sentimiento está ahí y normalmente tenemos que valernos de justificaciones del tipo: "pide dinero para gastarselo en bebida".

Cuando a alguien le falla un órgano físico, ya sean las piernas, o un riñón, y esto no ha sido culpa del desafortunado, no tenemos ninguna dificultad en decir "ha tenido mala suerte, merece alguna ayuda". Pero, ¿qué ocurre cuando es el cerebro el que falla?. Una vez más, si el defecto es grande, como la locura, o la esquizofrenia, tampoco tenemos problema en reconocer que no es culpa suya y merece ayuda. ¿Y si el defecto es más leve?. Siempre he pensado que entre la salud mental perfecta (si es que eso existe) y la enfermedad mental, hay un continuo de posibilidades y que todos ocupamos un lugar en ese continuo. Por ejemplo, algunas personas tienen menos voluntad que otras, algunas se dejan llevar por las emociones con más facilidad, o les resulta mas dificil no dejar las cosas para el final (la famosa procastinación), o no pueden evitar pensar una y otra vez en lo mismo (neurosis), o tienden a ser negativos, o depresivos, o paranoicos, etc. etc. Evidentemente, todos estos aspectos nos hacen funcionar peor, pero en este caso nadie nos va a reconocer que, por tener menos voluntad o ser de naturaleza depresiva, merecemos más que aquellos que tuvieron más suerte. No estoy hablando de la enfermedad de la depresión, sino de naturalezas más bien tristonas o negativas. Nadie considera eso una enfermedad, pero afecta a nuestro funcionamiento.

Por ejemplo, si no has conseguido acabar un trabajo porque te sentías enormemente desanimado por tu naturalez depresiva, no puedes dar esa razón a tu jefe. Pero si careces de manos, nadie te va a acusar de no haber podido pasar a máquina un informe. De alguna manera, los defectos mentales leves se consideran parte de nuestra responsabilidad, de nuestra voluntad. Al "es que me sentía desanimado" te responderán con "pues haberte animado". De alguna manera, se supone que esos pequeños defectos están bajo nuestro control, y que si no los controlamos, es en el fondo culpa nuestra. "Es que en realidad, no quieres hacer el trabajo", se nos dirá. No es de extrañar que la depresión no haya sido considerado una enfermedad durante mucho tiempo. Y todavía se escriben libros afirmando que no es una enfermedad, sino un problema de la voluntad. Es decir, "en el fondo, no quieres, es culpa tuya".

Sin embargo, si como sabemos hoy en día, el cerebro es un simple órgano que produce comportamientos, en el mismo sentido en que el páncreas produce bilis, no se puede responsabilizar a una persona de que su cerebro está ligeramente estropeado, no más de que tu páncreas genera poca bilis. Lo cierto es que la voluntad es una habilidad como cualquier otra, y de la misma manera que no se puede acusar a alguien de no poder levantar 100Kg, tampoco se puede acusar a alguien de no tener suficiente fuerza de voluntad. Es cierto que tanto la fuerza física como la de voluntad pueden ser desarrolladas, pero las condiciones iniciales en las que nacemos no son responsabilidad nuestra. Y la voluntad es un caso extremo porque, ¿cómo desarrollar tu fuerza de voluntad cuando no tienes fuerza de voluntad para empezar?. A este dilema se enfrentan las personas con depresiones sevaras, y la única manera de salir del hoyo es contar con ayuda externa.

Cuando varias personas discuten sobre un tema, hay que distinguir entre las razones que se dan y los motivos reales que los llevan a apoyar una determinada opción. Es decir, hay que distinguir entre motivos reales y excusas. Por ejemplo, uno puede decir que se invade Irak por el riesgo de que allí haya armas químicas, mientras que el motivo real es el control estratégico de dicho pais.

Cuando el débil dice "es que no puedo, no me alcanza la voluntad", el fuerte piensa "en el fondo no quiere, no voy a tener compasión de el". Tanto lo que dice el débil como el fuerte son a veces motivos reales, y a veces meras excusas. Por ejemplo, en ocasiones alguien puede simular debilidad y decir "es que no puedo" para intentar conseguir que algún otro haga su trabajo. En ese caso sería una excusa. Sin embargo, otras veces es la pura realidad, esa persona no tiene la voluntad lo suficientemente desarrollada. PAra el fuerte la situación se repite. A veces tiene razón, pues el débil sólo simula serlo para aprovecharse. Pero en otras ocasiones, el fuerte usa el "en el fondo no quieres" como excusa, para no darle al débil parte de su riqueza. Hablo de riqueza en un sentido general, como aquello que se tiene por encima del os demás. Riqueza no merecida, desde luego. No tiene más mérito el que nace con mayor fuerza de voluntad que el que nace en una familia rica, a pesar de que la sociedad nos hace creer que tiene más mérito la persona de voluntad fuerte, que de alguna manera, lo que consigue se lo ha ganado el mismo, cuando en realidad parte de lo que ya tenía.

En resumidas cuentas, el libre albedrío, la idea de que la voluntad tiene un control absoluto de nuestras acciones, es falsa, es un mito moderno. Tan mítico como Zeus. Esto alcanza su extremo en la religión cristiana, donde eres tan responsable de tus actos, hasta el punto de que puedes condenarte para toda la eternidad. O en el hinduismo y el budismo, donde una mala acción tuya genera un karma negativo que te hace renacer en una criatura inferior. Aunque hay que reconocer que en este segundo caso, el mecanismo del karma es algo automático, no hay un dios que decida que eres culpable, sino que es una especie de ley de la naturaleza, automática, no muy distinta a que si pones la mano en el fuego, te quemas.

¿Quien se beneficia del mito moderno de la voluntad?. Por un lado los fuertes de voluntad. No necesitan sentirse culpables por haber nacido con mayores posiblidades que otros. ¿Quienes pierden?. Los débiles auténticos. Aquellos que nacen flojos en voluntad, jamás nadie les reconocerá su debilidad, y sufrirán toda la vida entre lo que saben que no pueden hacer, y lo que la sociedad les dice que deberían poder hacer y no quieren.

Recuerdo un framgemente de una película ("Los lunes al sol")en el que el protagonista está leyendo el cuento de la cigarra y la hormiga. A la hormiga se le da todo el mérito de su trabajo y a la cigarra se la culpa de su vagancia. El protagonista se enfada diciendo (mas o menos) "el que ha escrito este libro es un cabrón, no cuenta toda la historia, porque ¿quien ha decidido quien nace cigarra y quien hormiga?". Muchos dirán que es muy cómodo culpar a los genes o a la educación, pero no deja de ser verdad de que hay gente que nace en inferioridad de condiciones, y que también es muy cómodo para los fuertes soltar excusas para evitar ayudar al débil.

Pero también es cierto que la debilidad se puede simular y que los supuestamente débiles se pueden aprovechar de personas excesivamente compasivas. Y también ocurre que la voluntad es una habilidad que, en principio, se puede desarrollar, por lo que la negativa de los fuertes para compartir, supone un incentivo para ser más fuerte uno mismo.

Creo que se pueden clasificar los sistemas económicos con las ideas anteriores. El sistema liberal atribuye completa responsabilidad al individuo. En USA, se habla de "perdedores" como un insulto (esto no ocurre todavía en España, afortunadamente). Si has caido en el hoyo, si eres pobre, es culpa tuya, solo tuya. Y si te quedas en el, sólo tu eres el responsable. En el fondo no quieres trabajar, te quieres aprovechar de los sistemas de asistencia social, eres un vago, etc. Evidentemente, este es un sistema completamente injusto para aquellos que son débiles de verdad, porque el supuesto del libre albedrío es falso. En teoría, un sistema igualitario como el comunismo sería más justo para los débiles auténticos, porque reparte entre todos, lo que los fuertes tienen por pura suerte. Desgraciadamente, todos sabemos que en el mundo comunista también había fuertes y débiles, esta vez en la jerarquía del partido comunista. Además, un sistema igualitario tendría muchos problemas con los parásitos, o sea, con los débiles de pacotilla, y haría que simular ser débil se convirtiera en una buena estrategia para vivir a costa del vecino. Se sabe que la confianza ciega es una estrategia evolutivamente inestable: siempre aparecerá alguien que se aproveche de ello.

Curiosamente, el budismo rechaza la idea de que exista un yo que controla nuestras acciones. Justamente, la iluminación budista consiste en darse cuenta de que ese yo no es lo que parece y de que nosotros, no somos eso y de que nuestras acciones están condicionadas. Ese yo controlador, según el budismo, es una ilusión.

Quería finalizar ya con las siguientes conclusiones:

- El mito de que somos seres que decidimos nuestras acciones de manera libre, el mito de la voluntad o del libre albedrío, es falso. El cerebro es otro órgano más y la voluntad es simplemente una habilidad, que dependerá de la genética y de la educación. No somos responsables de esa habilidad inicial, a pesar de lo cual nuestras sociedades asumen que si somos responsables de nosotros mismos casi de una manera absoluta, a excepción de casos extremos (ej: locura) o atenuantes (ej: drogas, alcohol).

- Esto es injusto con las personas que son auténticamente débiles con respecto a la voluntad, porque se supone que tienen algo de lo que realmente carecen. Es como suponer que cualquiera puede correr, aunque no tenga piernas. Esto genera grandes cantidades de sufrimiento en personas realmente débiles. Aquí me estoy refiriendo a la debilidad como debilidad en voluntad, pero podría hacerlo con otras formas de debilidad. Pero ocurre que la voluntad es una parte central de nuestras personalidades de lo que supuestamente somos. Imaginemos a una persona deprimida, que tiene una dificultad y que no puede con ella, pero que otra persona que no tiene ese problema se niega a ayudarla afirmando que si se quiere, se puede. La segunda persona simplemente se niega a involucrarse basandose en una falsedad. Y eso generará sufrimiento en la primera persona.


- Las sociedades donde impera el capitalismo salvaje son extraordinariamente injustas con estas personas. En esos casos, la idea de responsabilidad es una excusa del fuerte para no tener que ayudar al débil.

- Desgraciadamente, la debilidad se puede simular, se puede mentir. Por ello no es de extrañar que las sociedades hayan evolucionado medios de ignorar las quejas de los débiles. Distintas sociedades lo hacen en distinto grado. Si fuera posible determinar de manera exacta la fortaleza de voluntad de una persona (u otras habilidades mentales), los fuertes no tendrían excusa para negarse a compartir su buena fortuna con los débiles. Simplemente, sería injusto no compartir lo que tienes por pura suerte.

- Por último, me parece que esa idea del yo con libre albedrío, responsable y culpable, es una especie de imposición social. Es un invento, una ficción, útil para organizar la sociedad, para contrarrestar a los falsos débiles, y para motivar a los débiles a que se hagan más fuertes y a que cambien su comportamiento. Ese "yo" que nosotros sentimos como nuestro propio centro, es simplemente una ingerencia de lo social dentro de nosotros mismos para que nos sintamos responsables de hechos que, en realidad, no lo somos.

"We have found the enemy. He is us."
Pogo.


Hari Seldon

Monday, January 16, 2006

Libros de Auto-ayuda (self-help)

Caramba, que vago soy actualizando las entradas. Hace tiempo que tenía apuntado comentar algo que escuché en un podcast de la Radio Nacional Australiana llamado "all in the mind" , que como su nombre indica, trata sobre la mente. En el se hacía cierta crítica sobre los libros de auto ayuda, que coincide con algo que ya había pensado hace tiempo: los libros de auto-ayuda en el fondo incorporan la ideología liberal.

Según el libro "self-help incorporated" de Micki McGee , inicialmente el movimiento de auto-ayuda tenía un componente espiritual: la famosa New-Age, según la cual no hay fronteras entre uno y los demás, el mundo es uno (como se afirma en el budismo), y uno mismo es quien crea el universo.

Pero a partir de 1972 (y de forma continuada hasta la actualidad), los americanos han ido perdiendo poder adquisitivo. A partir de ahí aparecen libros tremendamente individualistas, que basan la visión del mundo en la economía de mercado. La idea era ganar, tener éxito, ser el número uno. En el fondo, lo que se pretende es intentar adaptarse a la mala situación causada por el capitalismo salvaje.

Hace tiempo leí "Quien se ha llevado mi queso", que según parece es un éxito de ventas (hay una parodia de el llamado "Yo me he llevado tu queso"). La idea fundamental del libro es que uno no debe dejarse desanimar por los cambios, sino que hay que pasarse toda la vida adaptandose a ellos. O sea, cuando el queso desaparece, no hay que lamentarse por ello, sino comenzar a buscar nuevo queso. Por ejemplo, perder un trabajo es una gran oportunidad para encontrar otro mejor. No es que esto sea un mal consejo, pero la idea de sociedad que se transmite es un tanto repugnante. Lo que el libro dice en el fondo, es que nos adaptemos sin protestar a los problemas causados ideología ultraliberal imperante, la cual se preocupa exclusivamente por el beneficio económico, independientemente de las consecuencias que esto tenga para nuestras vidas. Ya no tenemos un trabajo asegurado, no ya de por vida, sino para los próximos 5 años. Ya no tenemos la seguridad de unas relaciones humanas profundas y estables, solo hay relaciones laborales y de mercado. Dentro de poco, ya no tendremos la seguridad de las pensiones, ni de una seguridad social. Ni un entorno o un clima estables. ¿Qué hay que hacer según el libro?. No quejarse, adaptarse a los cambios felizmente y seguir corriendo, como los ratoncitos del libro que se pasan la vida buscando queso, cuando lo que tal vez deberían hacer es rebelarse contra esa mano invisible que les mueve el queso constantemente.

La idea de amistad que se defiende en el libro es repulsiva. En ella, dos personitas están acostumbrados a vivir en una región con queso. Pero un día alguien se lleva el queso. Una de las personitas, siguiendo el ejemplo de unos ratones que hay por allí, se va en busca de nuevo queso, mientras que la otra se queda allí, lamentandose por la pérdida. La persona que se fue, vuelve una vez, pero no consigue convencer a su amigo. El consejo del libro es que el amigo, ya se apañará, hasta que el mismo no vea que está equivocado, no hay nada que hacer por el. Preocupate de encontrar tu queso, y que el se busque el suyo. Es decir, "que cada palo aguante su vela", o que "la vida es una carrera de obstáculos y el que no sepa correr, que se joda". No es que estos sean consejos erroneos en el ambiente de una corporación, donde según el modelo que se nos vende, a trepar, y tonto el último. ¿Pero es así como queremos que sea la sociedad?. ¿Un mero mercado donde nada importa sino el interés?.

Los libros de auto-ayuda nos hablan mucho de cambiarnos a nosotros mismo, de que tenemos ese poder. Este es un mensaje positivo. Pero no dicen nada acerca de cambiar la sociedad o el sistema en que vivimos. Por cierto, que esto tiene bastante que ver con el budismo, una religión que me interesa muchisimo y de la que me gustaría hablar mas adelante. Pero en el fondo el budismo lo que dice es que el problema no está en el mundo, sino en tí mismo. Por tanto, cambiaté (eso es lo que Buda hizo). No es que la ideología ultra-liberal quiera un mundo de budas compasivos (todo lo contrario, según la teoría de la mano invisible, el servicio de un carnicero no será bueno por sus buenas intenciones, sino por su egoismo para obtener beneficios). Pero la idea de que no hay que cambiar el sistema, sino que eres tu personalmente quien se tiene que adaptar a el, es similar. Por esta razón creo yo, las religiones conviven tan bien con economías como las feudales o las ultraliberales: son cómodas para el poder, son conservadoras, "no te preocupes por este mundo, ya llegará el paraiso, o el nirvana, etc". Y este es en el fondo, el papel de muchos libros de auto-ayuda: adaptate a los cambios (ej: inestabilidad laboral), mejorate constantemente, busca tu mercado, etc. Y por omisión nos están diciendo: no te preocupes de los demás (excepto por los favores que los demás puedan darte a cambio de los tuyos), no es necesrio mejorar la sociedad, etc., etc. Individualismo puro y duro, tal y como nos quieren los ultra-liberales: solitos y divididos.

Por cierto, que en un podcast de la BBC (documentary archive) se comentaba que un estudio demostraba que en USA es más dificil salir de la pobreza, una vez que se ha caido en ella, que en otros paises con sistemas sociales más fuertes, como los europeos (de momento). Ahi queda el sueño americano. Fuente (según el podcast): Center for Economic Performance, London.

Otra idea interesante que se comentaba en el podcast es que los libros de auto-ayuda tienen muy poca efectividad. Momentaneamente, son motivadores, porque le recuerdan a uno que tiene el poder de cambiar. Pero el efecto dura poco, como los devoradores de esos libros habrán comprobado numerosas veces.

Hay libros de auto-ayuda que se salvan un poco de esta crítica, e incluso los que aquí se critican tienen cosas que aportar. Pero que no nos hagan olvidar que podemos y debemos hacer que nuestra sociedad sea mejor. Francamente, el mundo de inseguridad y flojas relaciones humanas que nos propone el liberalismo, no es el más deseable. Aunque tampoco es muy deseable vivir en la pobreza de la ex-unión sovietica. Habrá que buscar términos medios.

Hari Seldon.