Tuesday, March 28, 2006

Muere Stanislaw Lem

Muere Stanislaw Lem

El 27 de Marzo de 2006 murió Stanislaw Lem, uno de los escritores de ciencia ficción más originales que he leido (al menos, escritores de la pastota, o sea un lubrico viscosón)

Autor del cuento sobre viajes en el tiempo mas gracioso, y de la parodia sobre el aborregamiento social mas ingeniosa.

Me gustaban sus dos facetas literarias, la seria (con novelas como "Retorno de las Estrellas", "El Invencible" o "Solaris") y la satírica: "Diarios de las estrellas", "Ciberíada" o "Congreso de futurología".

De "Diarios de las estrellas. Viajes":

Aqui está el Viaje Séptimo del que pongo un extracto:

"...
-Arriba --dijo, ayudándome a levantarme--. ¿Te has hecho daño?
-No -contesté, apoyando las manos en el suelo, porque la cabeza me daba vueltas-. ¿De qué día de la semana eres?
-Del miércoles -repuso-. Vamos rápidamente a arreglar el timón, no perdamos tiempo.
-¿Y dónde está el del lunes? -pregunté
-Ya no está, o tal vez lo seas tú.
-¿Porqué yo?
-Si, porque el del lunes se convirtió en el del martes durante la noche del lunes a martes, etc.
-¡No entiendo!
-No importa, es falta de costumbre. ¡Ven, date prisa!
-Ya voy -dije, sin moverme del suelo-. Hoy es martes. Si tú eres del miércoles y el miércoles los timones no están arreglados, sabemos por deducción, que algo nos impedirá la reparación, ya que, en el caso contrario, tú, el miércoles no me apremiarías para que los arreglara contigo el martes. Tal vez fuera mejor, pues, no arriesgar la salida afuera.
-¿Estás divagando! --exclamó-. Piensa un poco, hombre. Yo soy el miérocles y tu eres el martes, en cuanto al cohete, supongo que es, si se puede decir, abigarrado. Tendrá sitios donde es martes, en otros será miércoles, incluso puede haber un poco de jueves. El tiempo se mezcló como cartas de una baraja al atravesar aquellos remolinos, pero a nosotros, ¿qué nos importa si somos dos y, gracias a ello, tenemos la posibilidad de reparar el timón?
-¡No, no tienes razón! -contesté- Si el miércoles, en el cual tú estás, habiendo vivido y dejado atrás todo el martes, si el miérocles, repito, los timones no están reparados, por consiguiente no lo fueron el martes, ya que ahora es martes y si tuvieramos que arreglarlos dentro de un rato entonces este rato sería para tí el pasado y no habría nada por arreglar. Por ende ...
-¡Por ende eres cabezota como un asno! -gruñó- ¡Lamentarás tu estulticia!. La única satisfacción que tengo es que rabiarás contra tu terquedad obtusa, como yo ahora, cuando llegues a miércoles.

...

-¡Dejate ya de gárgaras! -vociferé finalmente con impaciencia-. Cada momento perdido nos puede costar caro. ¡Sal inmediatamente y ayúdame con los timones!
-Para eso no te hago ninguna falta -contestó con calma a través de la puerta-. Por ahí debe de andar el del jueves, llévatelo a él ...
-¿Quién del jueves?. Es imposible ...
-Supongo que sé si es posible o no, puesto que yo estoy en viernes, y he vivido tanto tu miérocles como el jueves de él ...


...

-¿Tú eres del jueves? -exclamé, corriendo hacia él
-Exactamente -contestó-. Exactamente ...Ayúdame
-¿Conseguiremos arreglar ahora los timones? -Le pregunté, mientras sacábamos la pesada bolsa.
-No lo sé, el jueves no estaban reparados, pregúntale al del viernes ...
-Claro, qué cabeza la mia! ... ¡Oyeme, el del viernes!. ¿Están listos los timones?
-Hoy viernes, no -repuso
-¿Porque´no?
- Por eso - dijo, abriendo la puerta. Tenia la cabeza envuelta en una toalla y apretaba contra la frente la hoja de un cuchillo, procurando frenar de este modo el crecimiento de un chichón grande como un huevo. El del jueves se acercó con las herramientas y estaba a mi lado, observando al accidentado con calma y atención. El del viernes dejó sobre una repisa la botella de agua bórica que tenía en la mano libre. Así que fue el gorgoteo del antiséptico lo que yo había tomado por gargarismos.

- ¿Qué es lo que te lo hizo? - pregunté, compasivo.
- No qué, sino quién - contestó -. Fue el del domingo.
- ¿El del domingo? ¡Pero cómo..., no puede ser! - exclamé.
- Es un poco largo de explicar...
...
"

Aunque se salga un poco del tema, este relato me llevó a pensar en hasta que punto somos un yo permanente, cuando nuestro yo del miércoles se puede permitir el lujo de putear a nuestro yo del jueves :). De hecho, esto ocurre constantemente, como cuando decimos "bueno, no hay prisa, puedo dejar esa tarea para pasado mañana". Estamos liberándonos de hacer la tarea, a cambio de fastidiar a nuestro yo de dentro de dos días, quien tendrá que acabar el trabajo, mal y a última hora y con mucho estrés. ¿Quien en su sano juicio querría perjudicarse a sí mismo?. Pero lo hacemos. Conclusión: o somos masocas o no hay un yo permanente, sino que cada instante hay un yo que ilusamente cree que siempre es el mismo yo, sin serlo. He dicho :)

Del viaje undécimo

"BANDO

Sabedora es la superioridad de la villa de las maniobras ruines viscosones, que entre los nobles magnificalios mezclarse intentan. Quienquierqa que viera a un viscosón, o a un individuos a él semejante y por ende de sospechas digno, deber tiene de decirlo en la alabardería de su barrio. Quien con ellos se asociase o le ayudase, destornillado será in saecula saeculorum. Por la cabeza de un viscosón un premio de 1000 chapas de hierro se otorga."

Nos hace falta otro Lem.

Profesor Tarantoga (también conocido como Hari Seldon)

pd, Aquí hay una interesante conversación en Lemiano

1 comment:

Anonymous said...

soy un asiduo lector de cuentos y novelas de ciencia ficcion desde los 13 años.. ahora tengo 32 y sigo pensando que entre mis tres cuentos favoritos,esta "el viaje septimo" junto con los otros dos: "una odisea marciana" de Stanley Weimbaum, y tal vez "el niño feo" de isaac Asimov..
saludos: jmrg1826@yahoo.com.mx